"En la gestión del equipo he aprendido que el éxito sólo es alcanzable con una exigente disciplina de trabajo".- JCC.
Juan Carlos Carcedo ha desarrollado su carrera entrenando a equipos y jugadores en la élite internacional del fútbol. Su metodología de trabajo para la gestión del equipo integra a la perfección dos factores que él considera esenciales de un buen staff: rigor en el diseño y seguimiento de procedimientos de trabajo, e inteligencia emocional para gestionar el grupo humano. Sobre estos dos principios, descansa una filosofía de trabajo que define el día a día del grupo de trabajo de Juan Carlos Carcedo.
Profundo conocimiento de la plantilla.
Esto se traduce en un análisis y seguimiento de cada miembro del grupo. Conocer las fortalezas y debilidades de cada jugador es esencial para saber gestionar recursos propios cuando las circunstancias lo requieran. El seguimiento diario de la evolución de cada jugador es clave para lograr el mejor rendimiento del jugador en el aspecto físico, táctico y emocional.
Nada ocurre por casualidad.
Juan Carlos Carcedo deja muy poco espacio al azar. Está totalmente convencido de que los partidos se ganan y se pierden muchas veces por pequeños detalles. Por ello analiza con su staff cada situación, cada jugada, a veces de manera incansable, para detectar márgenes de mejora que se puedan simular en el entrenamiento. Su objetivo: perfeccionar todo lo posible el rendimiento de sus jugadores.
La empatía personal por experiencia.
Juan Carlos Carcedo es un entrenador empático, con habilidad para ponerse en el lugar de sus jugadores y entender sus circunstancias, gracias a su faceta como jugador en el pasado. Integridad personal, espíritu de equipo e inteligencia emocional para gestionar grupos, son las cualidades más reconocidas en él por su entorno profesional. Juan Carlos puede comprender la presión a la que un jugador puede estar sometido, porque ya lo ha vivido en su propia persona.
Análisis exhaustivo del rival.
Cada semana se trabaja un plan de partido que consiste en el visionado de varios encuentros del rival en condiciones semejantes a las que se esperan encontrar. Este trabajo está orientado a identificar fortalezas y debilidades del equipo contrario para poder diseñar una estrategia que permita desequilibrar al oponente.
Disciplina en todos los frentes de trabajo.
El éxito no se entiende sin un trabajo previo serio y riguroso. Juan Carlos Carcedo imprime un ritmo de trabajo en su entorno, propio de equipos de primer nivel.
La disciplina constante permite generar una cultura de trabajo basada en el esfuerzo y en la autoexigencia, marca personal de cada miembro de su staff.
Cohesión en torno a un objetivo común.
Juan Carlos Carcedo es un entrenador que exige máxima concentración en el juego para no conceder ni la más minima oportunidad al oponente. Para ello, trabaja la motivación y el compromiso de todos los miembros del equipo. La implicación de cada jugador es esencial para contar con un grupo unido y cohesionado que trabaje por un objetivo común.
Estrategia.
Diseñar un plan de partido que minimice al rival, compartirla con los jugadores, trabajarla en el campo e implementarla el día del partido, es la esencia del trabajo de un entrenador. La alineación está determinada por el rendimiento de los jugadores y su cualidades individuales, teniendo en cuenta las características del rival y el enfoque táctico. Juan Carlos Carcedo considera que es de vital importancia ser un equipo indescifrable por el contrario, para intentar imponer tu estilo de juego y sorprender al rival.
Adaptabilidad.
Cada partido, cada rival, exige una respuesta diferente. Por ello prefiere la versatilidad en su equipo, ya que esto ayuda a adaptarse a cada momento. Los diferentes sistemas de juego se trabajan en los entrenamientos hasta desarrollar automatismos que son implementados en el campo cuando las circunstancias lo requieren. Exige más tiempo y esfuerzo pero es tremendamente eficaz, ya que el equipo puede adoptar diversas soluciones en cada encuentro.
Consolidación.
Tanto el trabajo físico como el técnico-táctico está previamente estudiado por el cuerpo técnico y responde a objetivos concretos de mejora. Cada decisión es el resultado de muchas horas previas de análisis que el staff desarrolla en el día a día, de forma constante y sistemática. Cada entrenamiento y cada partido es analizado en vídeo y compartido con los jugadores, tanto individual como colectivamente, para detectar posibles mejoras de rendimiento. De la misma manera, este material es utilizado para reforzar aspectos bien ejecutados.
Comunicación.
Definir estrategias, involucrar personas... cualquier actividad en el trabajo de un líder demuestra la importancia de la comunicación para poder llevar a cabo los objetivos. Juan Carlos Carcedo potencia la comunicación con los jugadores, entre los jugadores y la bidireccional con el cuerpo técnico. Esta fluidez permite más proximidad, mayor compromiso y mejor rendimiendo general del grupo.
Plantilla.
El rol del entrenador se define mucho antes de comenzar la propia competición, con el análisis de sus jugadores y del mercado. Una estrecha colaboración del mister con la Dirección Deportiva en la confección de la plantilla es crucial para garantizar la integración de nuevas incorporaciones en el equipo y en el modelo de juego a medio y largo plazo. Estas decisiones son determinantes para el buen desarrollo de la temporada.
Valores.
Cuidar y potenciar los valores corporativos de un club es contribuir a la grandeza del mismo y de su historia. Juan Carlos Carcedo es partidario de la conservación de la identidad, filosofía y valores de un club, consciente del rol que ocupa en la sociedad. Tanto jugadores como la entidad tienen un signficado especial para sus fans. Estos valores deben ser potenciados para convertirse en fuente de inspiración para futuras generaciones.
